"Dunkerque" de Nolan, o lo tribal sublime.



Dunkerque es la historia de una huida. Pero una huida puede significar muchas cosas. Christopher Nolan ha manifestado siempre cómo necesita un vínculo personal con cada historia que relata y, por supuesto, esta no es una excepción. Podemos leer la entrevista en la que nos acerca a ese vínculo personal: cómo su abuelo murió en esa batalla, y cómo creció marcado por el relato de la misma. Esta película ha sido ensalzada por su dominio del lenguaje cinematográfico, con apenas diálogos pero con un intenso viaje emocional, donde encontramos una gran diversidad de personajes en situaciones donde su humanidad es expuesta, y nosotros, el público, la haremos nuestra en una catarsis como pocas veces se consiguen en el cine contemporáneo.

Para Aritóteles, la catarsis es la facultad que tiene la tragedia de purificar nuestras pasiones a través del miedo y la compasión, pues nos proyectamos en los personajes que, al ser castigados (por sus supuestas bajezas espirituales como dudar de la divinidad de los dioses, del oráculo o de las leyes que gobiernan la polis), somos, a través de ellos, amedrentados por esas pasiones equivocadas. De esta manera, la tragedia es un aparato educativo de nuestro deseo. Pues bien, en esta reseña, vamos a leer este film de Christopher Nolan como una tragedia, a través de la cual se nos propone un purificación espiritual. Si como lector tienes algo de paciencia con estas líneas, verás a qué me refiero, en qué sentido y qué pasiones en concreto gozan de aprobación y rechazo.

Estamos en la II Guerra Mundial, en pleno clímax de la invasión alemana, las tropas aliadas se encuentran cercadas en el puerto de Dunkerque. Esperando ser evacuados, los soldados ingleses esperan en la playa mientras los franceses tratan de defender el perímetro. En esa situación, son un blanco fácil de la aviación y marina nazi, que hunden los destructores que van en su ayuda. El apoyo de la población civil inglesa, pero no sólo inglesa, que puso naves de recreo y pesca al servicio de la armada británica, o también tripuladas directamente por sus propietarios, fue fundamental para recuperar a las tropas, y traerlas de vuelta a suelo inglés. En este escenario, aparecen diferentes personajes, que forman un drama coral.

Huir. En la peli, huyen todos menos tres elementos:

- Una nave de recreo, que parte hacia Dunkerque desde Inglaterra antes de que pueda ser requisada por la armada británica. Simboliza a toda esa población civil que protagonizó la evacuación. En ella, va un padre, el señor Dawson, exmilitar que ha perdido ya a su hijo en al guerra, su hijo pequeño, Peter, y un joven que les ayuda, George..
- Igualmente, Farrier, un piloto que da cobertura a la retirada, atacando las naves alemanas que castigan al ejército inglés en retirada. Era parte de un escuadrón de tres aviones, de los cuales el líder cae en seguida, y seguirán los otros dos, Farrier y un compañero. Quedando finalmente este último en solitario.
- Y un alto mando militar, el comandante Bolton, encargado de coordinar la evacuación, y que se queda en tierra francesa aún cuando ya todos están a salvo.

En la embarcación de recreo dirigida por el señor Dawson, ocurre un suceso muy interesante. Rescatan del mar a un piloto que se encuentra espantado, quiere volver a Inglaterra y no seguir la ruta a la playa, donde esperan más hombres para ser rescatados. Está fuera de control, de hecho llegan a encerrarle. En su ansiedad, golpea a George fortuitamente, que cae y morirá más adelante. La película dedica mucho cuidado en mostrarnos el diferente tratamiento que hay para uno y para otro. El chico es un nadie, no ha llegado a nada en los estudios ni a nada relevante, pero será reconocido como un héroe por la tribu, y su muerte tendrá sentido, aparecerá en los periódicos. Sin embargo, el piloto, que tenía todas las posibilidades para ser un héroe, será tratado como un endemoniado a veces, o un enfermo siempre. Su relato de horror, es silenciado o bien con cierta violencia (encerrándolo) o bien con un paternalismo quizás aún más violento, con esa condescendencia que sólo merecen seres inferiores, anulados. El piloto ha tenido la posibilidad de ser un héroe, pero será convertido en anónimo (no recuerdo que se mencione si quiera su nombre pese a que se interactúa bastante con él), ni será expulsado, simplemente su vivencia es puesta a buen recaudo, donde no estorbe. El señor Dawson se consolida como héroe negando a ese hombre, que personaliza el terror de una guerra con el que todos nos identificamos. Él es eso que a todos nos dice: lárgate, vas a morir. Ser un héroe es ser capaz de acallarlo. La película nos muestra cómo es completamente humano estar asustado y estar en shock, pero si te dejas vencer por ese estado, la tribu tendrá que inhabilitarte y tomarte en custodia, igual que hacemos con tantas personas afectadas de enfermedad mental, a las que asignamos el rol de no tener otra lugar que el de ser cuidadas, pues no pueden enunciar nada que tenga que ver con la verdad. Todos podemos empatizar con el piloto, con su miedo, así que el aprendizaje al que Nolan nos invita es aún más potente. No se trata de que sea mentira el horror de la guerra (como en el cine bélico tipo John Wayne, en el que la insensibilidad del protagonista le hace superar cualquier temor), sino simplemente es necesario negarlo, apartarlo, hacerlo desaparecer, puesto que nos espera un destino más elevado.

Quien no es parte de un grupo, sólo puede huir. El piloto aterrado es un loco, pero tiene un lugar. Será desposeído de voz propia, incluso se le mentirá sobre el estado de George (ya que no se le considera adulto-maduro-sano para afrontar la verdad), pero pertenece a la tribu, aún siendo un inválido. El chico muerto alcanza el sentido. Conquista sus objetivos vitales gracias a la tribu. Se convierte en alguien. Igualmente el señor Dawson, como tantas otras personas de la sociedad civil, que forman parte de este máquina de generar el relato de la heroicidad que es la guerra.

Nos detendremos en otros tres personajes, que sí ponen pies en polvorosa:

- Un chico inglés que huye, tras ser aniquilado su pelotón. Primera pérdida de la tribu, es el único superviviente. Su nombre es Tommy, y la forma en la que le sigue la cámara, casi interseccionando con la primera persona, nos hace involucrarnos en sus emociones al máximo. Busca la forma de unirse a alguna de las filas que esperan ser evacuadas en la playa. Finalmente, lo hará como camillero, junto a Gibson.
- Gibson. Un soldado francés, al que Tommy encuentra en la playa, y que creemos inglés inicialmente. Es el no-grupo, y la desbandada personificada. Tommy y Gibson formarán una pareja marcada por la necesidad de huir, que nos da pie a una profunda relación, gobernada por el silencio, sin explicaciones, sin razón, sin lenguaje, sin sentido.
- Se encuentran con otro soldado inglés, Álex, que está en el barco donde consiguen entrar Tommy y Gibson. En este barco, se genera una sensación de estar a salvo, aunque Gibson rehuye en todo momento estar con los demás, priorizando estar cerca de las vías de escape, según le explica el propio Tommy a Alex. Cuando este barco es alcanzado por un torpedo alemán y se hunde, se refuerza nuestra empatía con Gibson, puesto que no sólo se escapa él por estar siempre alerta, sino que abre una compuerta gracias a la cual escapan también Tommy y Alex.

En este punto de la historia, Nolan nos ha dejado claro que la supervivencia en la guerra no es cualquier cosa, que huir no es algo propio de sabandijas, sino que cualquiera desea huir, que huir es lo humano. Pero los acontecimientos nos llevarán a un nuevo punto, para el que es necesario haber incorporado esto.

En su odisea, Alex, Tommy y Gibson quedan atrapados en el interior de un nuevo barco junto con otro destacamento al que ninguno de ellos pertenece. Todos ellos son un grupo de hombres que trata de salvarse por su cuenta. El barco no consigue zarpar, y es necesario aligerar peso para que pueda salvarse el resto, así que hay que deshacerse de alguien. Ahí, en mi opinión, funciona otro de los nudos fundamentales de esta historia. ¿A dónde nos ha llevado el querer salvarte a ti mismo, aunque sea asociándote con otros, y no estar a disposición de las órdenes, a un agujero donde no hay tribu? A una trampa, en el que nadie va a sacrificarse por los demás, muy al contrario, el grupo va a sacrificar a otro.  Ese grupo improvisado tiene que definir a un extraño, alguien a quien largar. Se descubre que Gibson no es Gibson, sino un francés que robó su identidad en la playa, que robó una tribu para poder huir. De todos ellos, es el que menos vínculo con el grupo tiene, así que ese es el criterio para dejarlo morir. De forma explícita, se dice a Tommy que él será el siguiente ya que, aunque es inglés, no era parte del batallón. Donde nadie quiere ponerse a disposición del grupo, y por eso huyen por su cuenta, el grupo te pondrá a su disposición.

Gibson es el contrapunto del señor Dawson. En la barbarie, quien huye por su vida no tendrá a nadie que el defienda. Sin embargo, los que esperan en la playa pueden morir, es verdad, pero si vencen ese miedo y siguen en formación, y, por tanto, se les puede rescatar para seguir defendiendo Inglaterra (es inminente salvar a tantos como se pueda porque se cree que el siguiente paso en la guerra será que Alemania invada la isla), porque habrá alguien (los señores Dawson del mundo) que estarán dispuestos a vencer su miedo por ti.

Alex y Tommy sobreviven. Una vez en tierra inglesa, vuelven en tren con miedo de qué ocurrirá. ¿Qué va a decir la tribu de ellos? Es muy importante ese punto, porque nos muestra que no eres un héroe tanto por tus actos, sino por el relato que la tribu articula sobre ellos. Vienen huyendo de Francia, están derrotados, ellos mismos no hicieron otra cosa que intentar salvarse, es perfectamente posible que se les escupa al pasar.

Pero son héroes. La tribu ha emitido su relato: aún son necesarios para defender Inglaterra, siguen siendo soldados, y están a disposición de la lucha, luego son héroes. Un hombre, desde el exterior del tren, comparte unas botellas con los jóvenes soldados, conscientes de que nada heroico hay en los actos mismos. Un chico que murió accidentalmente, ellos que simplemente trataron de subsistir, son parte de algo superior, la tribu. Sólo entendemos la fortaleza de esa identidad si entendemos su arbitrariedad.

La Patria es una identidad que se relaciona sólo tangencialmente con los actos mismos. Toma algunos elementos puntuales, pero no todos. De ahí su poder, de ahí que unos actos puedan ser heroicos o no, según se organice esa identidad. Y, precisamente por eso, es necesario serle fiel. Si te entregas ahora, si obedeces en la fila, en la playa, bajo los bombardeos, y confías ciegamente en que otros son igualmente fieles a esa entelequia patriótica, aún cuando tu instinto de supervivencia grita insoportablemente, existirá un reconocimiento y un sentido a tanta barbarie. Y será posible recibir ayuda.

El comandante Bolton es el máximo exponente. Le vimos tomar decisiones duras, como sacrificar un barco lleno de soldados y heridos, para mantener en pie el embarcadero, única posibilidad de escape. Pero cuando todos están a salvo, se queda junto a los franceses, ese otro, que guardó el perímetro para que todo esto fuera posible y a quien todos habíamos olvidado pensando únicamente en nuestra desbandada. Ese sacrificio inútil en lo estrictamente militar, es de enorme importancia a nivel de relato. Porque existen incluso tipos así, sabes que tiene sentido la disciplina castrense. Porque ese sentido irracional, aún cuando lo más racional parece ser huir, es la única forma de habitar este mundo.

Los últimos instantes del piloto Farrier en el aire son de un preciosismo estético casi impostado, casi increíble. Su avión planea (sin combustible), con la certeza del sacrificio cumplido, sobre la playa. La cámara se recrea en su sublime vuelo y su delicado aterrizaje en la arena. La belleza.

¿Qué fascinó tanto a Nolan de ese relato del sacrificio de su abuelo, que le llevó traernos esta historia? Precisamente, que esa historia es un referente para la inmensa mayoría que sólo somos los Tommy, que sólo querríamos estar a salvo. Si quieres estar a salvo, únete sin dudar a ese relato donde hay héroes y epopeyas, aunque en realidad sepas que sólo existió el horror.

Por tanto, es imprescindible anular tu sentido crítico. Es fundamental no escuchar ni tu crítica al relato, ni los hechos. Mantente firme a ese relato vacío, porque es por eso que tienes alguna posibilidad. El mérito de esta película está en evidenciar ese mecanismo, llamémosle cínico, y a la vez, precisamente, explicarte porqué y cómo debes ocultarlo.

¿Existe un culto más belllo a la nulidad del pensamiento y a la entrega por la Patria y la guerra?

Comentarios

  1. Los puntos de fuga son, también y sobre todo, puntos de infinito... De ahí que el pensamiento, por lo general, sea escalera. Y el caos una ventana. Pero, por lo general, quien dice ""por lo general": miente.

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    1. ¡Por fin! La que he tenido que liar para que escribas. Y, como es obvio, continúo la pro-evocación con el siguiente post.

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